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Trasmoz, su maldición, sus brujas, su castillo

Trasmoz, un pueblo en la provincia de Zaragoza, ha dado lugar a muchas historias sobre las brujas y sus aquelarres. Es el único pueblo de España, oficialmente maldito y excomulgado por la iglesia católica hasta hoy el día.

El señorío de Trasmoz se fundó en el siglo XII y fue alternando entre los reinos de Aragón y de Navarra hasta su conquista por el rey Jaime I en 1232.

Los rumores sobre las brujas empezaron en el siglo XIII debido a extraños ruidos viniendo desde castillo que presidia la aldea. El castillo en sí también tuvo su propia leyenda. Se decía que fue erigido por el mago Mutamin quien, después de pactar con el diablo, lo levanto en una sola noche.

El caso es que los ocupantes del castillo falsificaban monedas, los ruidos del raspado y martilleo eran inevitables, por lo que decidieron difundir los rumores sobre las brujas que hacían sonar las cadenas y fabricaban calderos para preparar sus pociones mágicas por la noche. El truco surtió efecto y los vecinos de Trasmoz evitaban acercarse al castillo.

En 1255, el abad del vecino monasterio de Veruela (el primero de la orden cisterciense de Aragón), Andrés de Tudela, después de múltiples discusiones con los habitantes del pueblo por la provisión de madera del Monte de la Mata, decidió castigar la aldea. Aprovechando los rumores sobre brujería practicada en Trasmoz solicito al arzobispo de Tarazona el permiso para excomulgar el pueblo entero.

Pero con esto los problemas entre el pueblo de Trasmoz y el monasterio de Veruela no terminaron. Casi tres siglos más tarde, en el año 1511, la historia se repitió, esta vez el motivo del conflicto fue el agua.  Los clérigos de Veruela desviaron el curso de agua del río para que no llegara hasta la aldea. Pedro Manuel Ximenez de Urrea, el señor de Trasmoz se enfrentó al abad del monasterio casi llegando a una guerra abierta, y solo gracias a decisión del rey Fernando II de Aragón, quien dio la razón al señor de Trasmoz, el enfrentamiento pudo evitarse.

En respuesta el abad decidió maldecir el pueblo de nuevo y se lo tomo muy en serio.

En plena madrugada cubrió el crucifijo del altar con un velo negro y junto con los monjes recitaron el salmo 108 de la Biblia, una maldición de Dios contra sus enemigos, acompañando cada frase con un toque de campana con la intención que los vecinos del pueblo lo escuchasen. Así, Trasmoz quedo “maldito” para siempre, hasta que el Papa no revoque la excomunión. Hasta el día de hoy ninguno lo hizo.

Mientras tanto, la aldea siguió considerándose un lugar de brujas y hechiceros. Entre sus leyendas está la de la Tía Casca, una mujer que vivió en el pueblo y fue considerada una bruja poderosa, capaz de volar, echar mal de ojo y envenenar las aguas del río con sus pócimas. Echándola la culpa por la plaga de las enfermedades que estaba sufriendo la zona, los habitantes del pueblo la tiraron por un precipicio. Fue la última bruja ajusticiada en el pueblo y según dicen su espíritu sigue vagando por la aldea.

Y hablando de las historias de brujerías vamos con una de las tradiciones de Trasmoz. Si queremos adentrarnos en este mundo de leyendas, brujas y hechiceros, el mejor momento es la fiesta de Luz de Ánimas, celebrada en Trasmoz. Según la tradición popular en Aragón, esta noche los espíritus errantes vagan por las calles de los pueblos y los vivos marcan el camino colocando las velas desde la iglesia hasta el cementerio.

Estos espíritus, las almetas, según la leyenda, no hacen nada a quien las vea, siempre que no se les hablen o traten de acercarse. Llevan dos cirios en la mano y pueden pedir a quien se le acerque sujetar uno de ellos. Si lo haces, ocuparás su lugar en la triste comitiva. Así es la leyenda de la Noche de Ánimas.

El día empieza con la recolección, vaciado y decorado de las calabazas. Por la tarde se colocan las calabazas para marcar el camino a las ánimas, seguido de la tradicional procesión hasta el cementerio. Después se prepara la merienda para todos los asistentes, se hacen los talleres para los niños y se realiza un recorrido escalofriante por las calles del pueblo. Las entradas pueden adquirirse en la taquilla que se abre el mismo día.

A medianoche la Fundación Castillo Trasmoz ofrece a todos los visitantes una queimada acompañada de dulces artesanales y música.

Información práctica

El castillo de Trasmoz es visitable los fines de semana. Se puede ver la entrada y patio de armas, el Museo de Brujería, unas máquinas de tortura y varias piezas pertenecientes a los antiguos dueños de Castillo.

http://www.trasmoz.com

Horarios: sábado 11:00 – 14:00 y 17:00 – 19:00

                  domingo 11:00 – 14:00

Entrada 2 euros, niños de 5 a 10 años – 1 euro

Teléfonos de información: 97664671 mañanas o 657296555 toda la semana

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