Princesa de Inglaterra y reina consorte de Castilla. Hija del rey Enrique II de Inglaterra y la reina Leonor de Aquitania. Hermana de los reyes Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra. Madre del rey Enrique I de Castilla y de la reina Berenguela de Castilla.
Esta excepcional mujer nació en el año 1160, en la localidad de Domfort, Normandía, propiedad de la casa de Plantagenet. Los primeros años de su vida los paso viajando entre Inglaterra y Francia junto a su madre, Leonor de Aquitania, y su hermana mayor, Matilde. En enero de 1163 viajaron a Inglaterra, donde permanecieron dos años y medio visitando diferentes zonas del país. Después regresaron a Francia, donde sus padres estaban negociando el matrimonio de su hermana Matilde con duque de Sajonia y Bavaria. En otoño de 1166 Leonor volvió a Inglaterra junto con toda la familia, y el año siguiente ya se encontraba en Francia de nuevo. Así, viajando junto con su madre, pudo recibir una importante educación moral y religiosa, también una buena formación en música, lectura, la recitación, etc. La influencia de Leonor de Aquitania en la preparación de su hija tuvo una enorme importancia. Durante los años que paso en Poitiers en la corte de su madre se crio en un ambiente refinado e intelectual.
En 1169 llego la embajada del reino de Castilla para negociar el matrimonio de joven rey Alfonso VIII con la princesa Leonor. Según la Crónica de veinte reyes, “sopieron commo el rrey don Enrique de Inglaterra avie vna fija muy fermosa de nueue años que era por casar, que avie nombre doña Leonor, e enviaron quatro omnes buenos de los mejores de la corte a pedirla, e eran los dos, rricos omnes, e los dos, obispos”.
Las negociaciones, en las que el protagonismo de Leonor de Aquitania es indiscutible, fueron un éxito. Como escribió el propio Alfonso VIII, “todo esto han firmado mantener y observar de buena fe y sin mala intención, por mandato mío, en presencia de la señora y madre mía, Leonor, ilustre reina de Inglaterra, en Burdeos”.
Como resultado, en septiembre del año 1170, en Tarazona, se celebró la boda de Alfonso VIII de Castilla con la princesa Leonor de Plantagenet. Leonor causó una buena impresión en Castilla, según la Primera Crónica General fue “educada de forma exquisita, era tranquila y calmada, de singular belleza, muy caritativa y muy respetable en todas las relaciones que mantuvo con las personas de su ámbito, tratando a cada uno de ellos de acuerdo con su clase”. Trajo como dote el condado de Gascuña y recibió de su marido los derechos sobre una gran cantidad de fortalezas, villas, puertos y tierras, además de la mitad de las ganancias de las tierras reconquistadas.
Con todo esto, Leonor tuvo suficiente independencia económica para desarrollar sus propios proyectos de mecenazgo, siendo la primera reina de la península ibérica en tener su propia cancillería y oficiales a su exclusivo servicio y, por tanto, la autonomía de usar su poder patrimonial, dinástico y político.
El Tumbo menor de Castilla, un cartulario del siglo XIII de la Orden de Santiago, contiene una de las representaciones más tempranas de la reina Leonor. En la miniatura ella aparece como protagonista, y a su lado el rey, ambos coronados. Leonor sujeta el amarre del sello de un diploma, otorgando los derechos sobre el castillo de Ucles a la Orden y su maestre en 1174.
Como refleja documento fundacional del 30 de abril de 1179, Leonor patrocino la capilla de la catedral de Toledo dedicada a Tomas Becket, arzobispo de Canterbury, asesinado por su padre. Según dice, la dotación y establecimiento de capilla fue otorgado por Leonor “por gracia de Dios, reina de Castilla, junto a mi marido, el rey Alfonso”, presentando el propio sello de la reina con la leyenda “SIGNUM ALIENORIS REGINA TOLETI, CASTELLE ET EXTREMATURE”.
La reina Leonor cambió el ambiente de la corte castellana, llenándola con trovadores e intelectuales. La presencia de los extranjeros en la corte aumento considerablemente, con maestros, músicos, pintores, prestando sus servicios. Al menos ocho trovadores desarrollaron su actividad en la corte castellana: Bertrand de Born, Folquet de Marseille, Guevaudan, Guiraut de Calenson, Ramon Vidal de Besalu, Peire Rogier, Guiraut de Borneil y Aimeric de Peguillan.
Ramon Vidal de Besalu escribió sobre la reina:
“Y cuando el rey había convocado a su corte,
tanto caballero, baron rico, y juglar,
y la compañía se había reunido,
entonces vino la reina Leonor
modestamente vestida en con un manto de material fino,
rojo, con bordes plateados,
con leones dorados.
Se inclina ante el rey
y cerca de el toma asiento”.
Con esta magnífica descripción prácticamente podemos ver la escena de la entrada de Leonor a las cortes.
Con la presencia e influencia de Leonor, intensificando la actividad literaria y musical en la corte de Alfonso VIII, la fama y el prestigio de Castilla en Europa aumento considerablemente. Leonor promocionó el traslado de la capital de Toledo a Burgos, favoreciendo mucho al desarrollo de la ciudad.
En 1187 Alfonso VIII junto con Leonor decidieron la fundación del Monasterio de Santa María La Real de las Huelgas, en Burgos, con la idea de convertirlo en la cabeza de todas las abadías femeninas cistercienses de Castilla y que sirviera como panteón real para ellos y sus descendientes. La abadesa del monasterio tuvo un poder excepcional, estando a cargo de 54 villas y solo respondía ante Papa. No cabe duda que la influencia francesa Plantagenet de la mano de Leonor tuvo mucha importancia a la hora de la construcción del monasterio.
En 1195 Alfonso VIII y Leonor fundaron el Hospital de Rey, como centro de acogida de los peregrinos, dependiente del Monasterio de las Huelgas, convirtiéndolo en el hospital con mejores prestaciones de todo el Camino de Santiago.
Según las fuentes, el matrimonio de Alfonso con Leonor era muy feliz, con la compenetración y amor entre ambos esposos. Tuvieron diez hijos, de los que siete llegaron a la edad adulta. Cuatro de sus hijas fueron incorporadas en distintas dinastías europeas, con una participación activa de la reina Leonor.
Berenguela fue reina de Castilla y esposa de Alfonso IX de León
Urraca, reina consorte de Portugal por su matrimonio con Alfonso II
Blanca, reina consorte de Francia, casada con futuro Luis VIII
Leonor, reina consorte de Aragón por su matrimonio con Jaime I
Solo 24 días sobrevivió la reina Leonor a su marido, Alfonso VIII, falleciendo el 31 de octubre de 1214, y fue sepultada junto a él, en el Monasterio de las Huelgas, el lugar que tanto le gustaba y donde pasaba viviendo largas temporadas.